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sábado, 10 de abril de 2010

CAPITULO 1. NUEVOS DIOSES

Cuando abandonaron la consulta, Min y Ji Yong llevaban sendas sonrisas en sus bocas, aunque Kohei y Jun Ho también estaban súper contentos con tremenda noticia, la verdad es que estaban ligeramente preocupados por un detalle que al parecer a sus parejas se les estaba pasando. Sobre todo el bailarín, aunque el gemelo no lo estaba menos, porque a pesar de todo, el menor es su amigo.

- Minnie, se que estamos muy felices, pero... qué es lo que harás con el grupo, quiero decir, también te buscaremos un doble para que te suplante cuando ya se te note el vientre abultado... – el bailarín conducía rumbo a la casa de los muchachos, donde seguro sus amigos les esperaban impacientes por saber los resultados.

- pues, me supongo, no podemos hacer esto algo público, y tampoco podemos dejar los compromisos del grupo como no lo hicimos hace casi cuatro años (n/a contando los meses del embarazo)...

- pero, Min... encontrar a otro como tú va a ser difícil... – intervino el gemelo, en el asiento trasero junto a su novio. Todos le miraron algo sorprendidos por su comentario... – digo, alguien que tenga tu mismo genio sarcástico y tu apetito, por dios, eso sería caótico... -

- baka ne... – se molestó el bailarín, cómo se atrevía a insultar a su novio.

- idiota... – había dicho al mismo tiempo el menor...

- Jun Ho, es que nunca crecerás, amor... – señaló en tono resignado el chico raro...

Después de eso, se decidió ignorar el absurdo comentario del gemelo, y es que después de más de tres años de conocerse, de prácticamente vivir juntos las 24 hrs del día, los 365 días del año, de haber compartido escenario e innumerables aventuras con los bebos de la casa; ese par seguía llevándosela en pleitos comúnmente iniciados por el gemelo, que le seguía encantando hacer rabiar al menor; pero no, no porque aún sintiera aquella atracción por el menor, era simplemente por el gozo de sacarlo de sus casillas.

Cuando llegaron a la casa, el YooSu y el JaeHo ya les esperaba en el cobertizo de la entrada... pero no solo ellos. Un hermoso perro labrador de color negro brillante salió corriendo a su encuentro, las grandes zancadas del canino alertaron a Kohei, es que siempre que salía a recibirlos se le lanzaba al menor y dado su estado de gestación, no lo podía permitir, así que inmediatamente se colocó al frente de su novio para recibir al can sobre sí mismo.

Jun Ho odiaba a ese perro, porque siempre que podía (léase, cuando el menor no estaba cerca), él era la víctima de su enorme cariño animal. El can al ver cubierto el cuerpo de su amo (adulto) favorito, giró un poco su cuerpo dirigiéndose rápidamente hacia un gemelo desprevenido que terminó en el suelo con un sonoro golpe y un perro a cuatro patas encima de él lamiéndole la cara...

- argh! Aparta maldito perro del demonio... – el gemelo intentaba sacárselo de encima, pero ese condenado perro siempre parecía pesar toneladas cuando se decidía a algo... – Yunho! Quítame a tu perro de encima... – todos miraban simplemente divertidos, no entendían que veía de malo o desagradable que un adorable can le mostrara su afecto... -

- Shadow, ven acá muchacho... – el moreno llamó al can, golpeando ligeramente el costado de su pierna, el perro inmediatamente bajó de Jun Ho y se dirigió hacia el moreno, sentándose a lado de él... -

- cuando aprenderás a quererlo, Shadow tanto que te lo demuestra... – comentó el delfín con una sonrisa, en tanto el chico raro ayudaba a su novio a incorporarse...

- no me gusta ese perro.... – lo apuntó acusadoramente, fulminándolo con la mirada, como si el canino en verdad comprendiera la magnitud de su desprecio...

- lo que pasa es que es como verse en un espejo.... – sí, ese fue Min... la venganza es dulce...

- vamos a pasar a la sala, quieren... – habló Jae, justo cuando el gemelo abría la boca para decir algo, pero solo consiguió soltar murmullos enfurruñado mientras seguía a todos al interior de la casa.

- los niños están dormidos?... – preguntó el chico raro porque al entrar todo estaba muy silencioso...

- sí... después de como una hora batallando para que tomaran la siesta... – todos tomaron asiento en la sala... - esos pequeños tienen demasiada energía... – de solo recordar la odisea, el ratón se sentía como si tuviera más de 30 años, es que desde que los pequeños ya caminan y corren, andar detrás de ellos cuidándolos es más agotador que cualquier jornada de trabajo con el grupo... -

- y bien, qué les dijeron en la consulta?... – cuestionó el mayor, tomado de la mano con su novio, sonriendo como quien sabe la respuesta de lo que pregunta... y es que así era, él y Junsu estaban seguros de que Min y Ji Yong estaban embarazados, podían sentirlo, tal vez porque ya pasaron por ello...

- umma... vas a ser abuelo muy joven... – soltó el menor con una radiante sonrisa. Jae se acercó a abrazarlo y felicitarlo, a él le siguieron Yunho, Junsu y Yoochun... -

- eso significa que tú también lo estás, verdad Ji Yong... – más que pregunta, parecía una afirmación por parte del delfín. El chico raro asintió y se convirtió en el siguiente blanco de abrazos y felicitaciones.

- ahora sí, seguro mamá querrá venirse a vivir a Seúl para cuidar de ti durante el embarazo... – el gemelo se dirigió a su novio; y de solo pensarlo le dio jaqueca. Es que su madre se había quejado durante el último mes de Junsu de no haberlo disfrutado durante todo el embarazo...

- pues mi madre no se quedaría para nada atrás... – pero al chico raro no le importaba en absoluto tener ahí a su madre y suegra cuidando de él, después de todo, aún no sabe decir que no (n_n!)

- es maravilloso que esto haya pasado... – al delfín se le llenaron los ojos de lágrimas, era tan lindo que su hermano y amigos pudieran ser tan felices como él y su ratón, que se emocionaba y no podía evitar derramar alguna lágrima. Su ratón lo abrazó sonriendo tiernamente.

- extraño... demasiado si me permiten decirlo, pero sí, hermano, maravilloso... – el gemelo abrazó a su novio, sonriendo contra su cuello por primera vez mostrando la verdadera contentura que ese nuevo milagro les ofrece.

- se los dirán a sus padres ya, o esperarán algún tiempo... – cuestionó el moreno.

- no creo haya caso esperar a nada, después de todo no tenemos que preocuparnos como hace tres años por cómo reaccionarían, saben sobre nuestras relaciones... – respondió el bailarín, su mirada fija en su novio, que se sonrojaba ligeramente ante sus ojos, ante ese brillo de completa felicidad. Apenas hace una semanas que habían tocado el tema respecto a la familia, y ahora... está embarazado.

- deberíamos comenzar a buscarte un doble... no Min?... – el menor le asintió a su appa...

- al menos ahora es solo uno de nosotros, porque cuando fuimos umma y yo juntos como que era más presión, no creen... – el resto asintió a las palabras del delfín.

- y cuánto tienen de embarazo?... – preguntó el pelinegro.

- la Dra. dijo que un mes... – respondió el chico raro.

- otra Dra. vaya, que curioso, no? Todavía se me hace extraño que no hayamos vuelto a saber nada de la Dra. Bin y de la que los atendió durante el parto, junto con aquél Dr., de ellos ni siquiera llegué a saber sus nombres... -

- sí, en realidad es muy curioso, Yunnie... – habló su novio, pero por la expresión de los demás, se notaba que eso los tenía algo inquietos.

- bueno, eso no es realmente importante ahora, la Dra. que los atendió, creen que sea de confianza... -

- a mí si me lo pareció, Yoochun.... -

- coincido con Min, inspira mucha confianza, es más, me recordó a la mujer que soñé cuando Jae hyung y Yunho hyung fueron a pedir mi ayuda... -

- siendo así, entonces hay que concentrarnos en la búsqueda de un doble para Min, al final y al cabo sabemos que puedes seguir con el grupo por lo menos otros dos meses; o uno, para que evites los mareos y las náuseas más presentes en el tercer mes... -

- yo me encargo de eso, Yunho... –

- ahí de ti si te pones a fliltrear mientras buscas a alguien que se parezca a mí, eh... – amenazó el menor a su novio...

- cómo crees, si sabemos que eres único, por más que alguien se pueda parecer a ti, tú eres el dueño de todo mi ser... – todo meloso, el bailarín le acariciaba las mejillas a un molesto (fingido) ChangMin con puchero celoso.

- ay, se ven tan lindos... – el delfín se abrazó a su novio... – me hacen recordar cuando andábamos así... -

- andábamos?... – el ratón levantó una ceja... – que ya no andamos así?

- no, tanto así no, a veces no tenemos energía ni para un... – le susurró al oído... – rápido...

- no queremos oír sobre sus intimidades, Junsu ah... – respingó el gemelo, que como todos se habían quedado callados habían escuchado lo que el delfín dijera. Cosa que apoyaban el JaeHo, que tampoco han tenido demasiada energía para intimar desde el nacimiento de sus críos.

- quién te manda a parar oreja, chismoso... – el delfín le enseñó la lengua a su hermano... -

....................

En el Olimpo....

- todavía tengo una pequeña duda... – la diosa del amor apartó su vista de la Fuente de los Espejismos para dirigirse a la diosa de la Fertilidad... – Artemisa no tenía el don de la fertilidad como tal, ella embarazó a esos jóvenes aquella vez porque tomó de tus polvos mágicos... entonces, cómo es que esos pequeños pudieron embarazar a esos otros dos jóvenes?

- eso es porque mis dones mágicos se transfirieron a la esencia divina de Artemisa mientras ella trascendía, al darle de mi energía celestial para aminorar su dolor y crear el puente entre el mundo de los mortales y el nuestro... – Démeter sin embargo no había esperado algo más... – lo que me sorprende es, que estén demostrando cierto control sobre los elementos...

En la Fuente se vislumbraron las habitaciones de los cinco pequeños, aunque aún dormían placidamente, podían notar cómo varios objetos en la habitación levitaban alrededor.

- creo que sé porqué... – intervino la diosa de la sabiduría, quien llegaba con rollos de pergamino desde la Antigua Biblioteca de Alejandría, donde los escritos sobre los mismos dioses han sido resguardados por Zeus, llevando la monumental estructura desde su ubicación en la ciudad de Alejandría en Egipto hace siglos... (n/a datos sobre la biblioteca encontrados en wikipedia)

- vaya que somos curiosos, no? Poco convivimos con la humanidad, pero hemos dejado en ellos la responsabilidad de mantenernos informados sobre nosotros mismos a través de los siglos... – comentó la diosa del amor, observando los pergaminos que Atena llevaba consigo, no entendiendo realmente nada de los jeroglíficos escritos en ellos.

- he encontrado en estos pergaminos información acerca de la reencarnación de un dios, y dada la naturaleza de la trascendencia al mundo de los mortales con la intervención de nosotras, incluyendo a Apolo, hemos dejado en esos pequeños el poder de los elementos de la vida...

- tiene sentido; Apolo, dios del sol da el poder sobre el fuego, Artemisa, siendo la diosa de la luna que tiene principal influencia sobre los mares da poder sobre el agua, tú, siendo la diosa de la sabiduría que es flexible por su naturaleza racional da poder sobre el viento, y yo, siendo la diosa de la fertilidad, les di el poder sobre la Tierra; y con ello, todas las bendiciones que cada elemento ofrece...

- eso fue porque intervenimos directamente, Apolo y yo les dimos nuestra energía a sus “madres” y a través de ellos llegó a los bebés, y tú ya lo dijiste, creaste el puente...- Atena y Démeter se quedaron de pronto muy pensativas. Afrodita entendió lo que eso significaba...

- antes, cuando los dioses reencarnábamos en los mortales, eran solo un portador de nosotros, de nuestra esencia; pero, si es como lo dices, ArteC nacio reencarnó, nacieron nuevos dioses, dioses humanos en el amplio sentido de la palabra, esos cinco pequeños, son deidades humanas...

- a Hera no le gustará descubrirlo, tenemos que entrenar a esos cinco pequeños sin que ella o uno de sus hijos se de cuenta, ni nadie que le guarde su devoción. Esos niños deben crecer en la discreción de sus poderes... - acotó la diosa de la fertilidad.

- Morfeo... – llamó la diosa de la sabiduría, en esos instantes el dios del mundo de los sueños apareció de entre espesa neblina. Un hombre de unos 40 años, fornido, rapado, de ojos verdes, porte imponente y de raza negra (n/a en algún lado vi a una representación así n_n!)....

- una reunión de tres de las diosas más poderosas y hermosas del Olimpo... – el hombre dijo con una sonrisa... – porqué presiento que esto tiene que ver con la reencarnación de Artemisa...

- Hera te ha dicho algo?... – cuestionó la diosa del amor.

- no, pero hay rumores por todo el Olimpo... – el dios se acercó a la fuente, mirando en ella a los bebés... - rumores que llegan a oídos aún de dioses de menor rango como yo...

- necesito que hagas más profundo el sueño de esos cinco niños, no prolongado, solo más pesado... – pidió Atena. El dios desapareció de ahí por unos segundos, apareciéndose en cada habitación de los niños, pasó una de sus manos por los ojos de cada niño y entonces los objetos alrededor volvieron a su lugar sin hacer ruido alguno. El dios regresó...

- exactamente en qué me he metido al hacer eso?...

- ..... – las tres diosas solo se le quedaron viendo.

........................

El trabajo del grupo continuó con la normalidad debida, de vez en cuando los chicos llevaban a sus peques a los ensayos en la disquera, o a alguna presentación que tuvieran; aunque normalmente se quedaban a cargo de alguna de las familias, no querían meterlos tanto en el medio, esperaban a que crecieran un poco más y ellos mismos decidieran si querían acompañarlos o no.

Además, la presencia de los pequeños despertaba más curiosidad en las personas, algunas seguían pensando que era muy raro que ellos hubieran adoptado a esos niños, y para rematar, se parecían tanto a ellos, que simplemente les daba morbo pensar en que fueran de ellos, en preguntarse quiénes serán las madres, o cómo es que pudieron tenerlos... entre una infinidad de teorías que ni para qué enumerar ahora.

Pero hoy, era uno de esos días en que se los habían llevado consigo, y eran el centro de atención de absolutamente todos los que les veían. Las mujeres (sea cual fuere su edad o posición laboral en la empresa) se los “comían” a besos, o les pellizcaban las mejillas, lo que después de unas cuantas veces comenzaba a ser molesto para los peques.

- appa, me duelen mis mejillas... – la pequeña EunBi estiró sus manitas para que el ratón la abrazara. Tenía el cabello de color castaño oscuro a la altura de sus hombros, los ojos de su “umma”; pero la nariz de su padre, así como la forma de sus labios.

- es que eres tan hermosa que todas quieren demostrártelo con esos gestos... – el pelinegro trató de explicarle a su hija la situación con una sonrisa, pero ella solo se escondió en su cuello, no queriendo más de esas muestras de cariño.

- a mí también me duelen... – la pequeña Neul Jade (con su lacio cabello castaño medio, los ojos de su umma, la nariz y sonrisa de su appa) escondió su rostro en el cuello de su padre cuando vio que las chicas de maquillaje se acercaban a ellos para saludar. El moreno sonrió algo nervioso, tal vez no era tan buena idea haberlos llevado consigo, claro que, los otros tres pequeños, tan adorables como sus padres, pero bastante mas enérgicos simplemente comenzaron a correr por todo el set escondiéndose de quienes pretendían “saludarlos”.

Jae solo suspiró cuando sus dos pequeños se soltaron de sus manos y desaparecieron de su vista. Después siguió el camino que tomaran para traerlos de regreso antes de que hicieran alguna “gruesa” travesura. Todavía no olvida lo apenado que se sintió cuando sus queridos Bae Jong (viva imagen de Yunho, excepto por el color de su piel que es blanca como la de Jae) y Sun Ho (viva imagen de umma, pero con el característico tono bronceado de appa) inundaron (vaya a saber dios cómo) la oficina de Lee So Man hace como una semana.

- me parece que ellos son más famosos que sus propios padres... – Joo-Eun (prima de Kohei) se acercó a saludar también, pero ella respetó a las dos niñas que parecían esconderse más en los cuellos de sus padres, así que con una sonrisa desvió su atención hacia su cuñado político... – te ves algo pálido Min... -

- sí?... – efecto embarazo...

- me parece que deberás cargar con tus propias galletitas de soda... – dijo con una sonrisa cómplice, mientras acariciaba suavemente el cabello a las niñitas.

- eh?... tú, cómo, o sea... – el menor no podía creer que su cuñada política lo supiera, es decir, apenas si se lo han dicho a los chicos, y esa noche se lo dirán a sus padres, cómo es que ella lo sabe ya....

- me tengo que ir, vestuario no puede hacer nada sin mí... – y salió de ahí a paso veloz dejando a un Min confundido.

- oh, creo que Su-Chun ya ha comenzado a hacer de las suyas... – el delfín escuchó un gritillo femenino, luego de eso, su pequeño travieso llegó corriendo hasta su lado, ocultándose entre sus piernas con un arco y unas flechas de juguete en las manos... – oye, qué te hemos dicho sobre dispararle con eso a las personas... – el castaño le miró serio, para que le creyera su llamado de atención, que sino...

- lo siento... – murmuró el pequeño, viva imagen de ellos dos, el color azabache del cabello de su padre, su nariz y su boca; pero el mismo espíritu juguetón de su “umma”.

- así mejor... – su hijo le había entregado el juguete con un puchero, clara muestra de que no quería hacerlo pero que obedecía quedito a su umma. El delfín le sonrió, le tomó de la mano y continuaron su camino a la sala de ensayos. Siendo alcanzados por Jae que les repetía una vez más a sus hijos que se comportaran o no los dejaría ir con sus tías la próxima. Es que los pequeños adoraban ir con las hermanas de Jae porque los consentían más que nadie, les daban todo lo que querían y les permitían hacer travesuras en casa de los abuelos Kim (ocho hermanas muy consentidoras n_n!)

...................

Ji Yong y Jun Ho (que hace años ya no tienen la misma apariencia de Jae y Junsu, aunque naturalmente, siguen teniendo ese increíble parecido con ellos) trabajaban fuera de todo lo que tiene que ver con el mundo de la música. El chico raro es profesor de Filosofía en la Universidad de Seúl, apenas se graduó el año pasado (después de haber retomado sus estudios en la ciudad cuando terminó su “misión” con el grupo), pero ya había asegurado su puesto por su asombroso dominio de la materia. Jun Ho, por otro lado, trabaja como asistente de fiscal, pues sí, que con esa personalidad tan suya encontró su “mero mole” (n/a expresión que significa que encontró su profesión ideal =P) en las leyes, encontrando rápidamente un buen empleo. Aunque algo estresante.

....................

Cena en casa de los Shim...

- que estás embarazado?... – el Sr. Shim abrió los ojos desmesuradamente, todos sentados a la mesa, Min acababa de hacer un brindis (con jugo de naranja, que no puede ingerir bebidas alcohólicas en su estado) diciendo la gran noticia.

- oh... Felicidades mis niños hermosos!!!!... – la Sra. Shim, toda emocionada, se paró a darles un fuerte abrazo a su hijo y yerno, besándoles la mejilla y casi dando saltitos de felicidad... – me van a hacer abuela, por fin, ChangMin, pensé que no me darías ese enorme gusto al ser el primogénito.... – bueno, que aunque pasó con Jae y Junsu, no esperaba que a su hijo le pasara, pero ya que dios le ha dado tal milagro, la Sra. no puede evitar el llanto de emoción. Su esposo, aún procesando la información... -

- mamá, no llores... – cambios de humor a la orden... – que me harás llorar a mí también... – sus hermanas por otro lado estaban cuchicheando entre ellas, cosa que descolocó al bailarín, que tenía la mirada de su suegro bien clavada en su persona.

- Kohei... no crees que está faltando algo en todo el asunto?... – habló por fin el Sr. Shim... con algo que francamente el bailarín no entendió.

- eh... – puso a su cerebro a trabajar a todo lo que daba, a qué se estaría refiriendo su suegro?

- amor... – llamó la Sra. a su esposo, siendo atendida de inmediato con la mirada de éste... – ellos no pueden casarse... – ahí el bailarín entendió, y sintió un ligero vacío en el estómago, porque aunque sería genial, la verdad es que no podía haber un matrimonio, no legalmente al menos, y una ceremonia espiritual había quedado en el olvido con el pasar de los años en su relación...

- pero, ni siquiera viven juntos, y ya van a ser padres.... – el Sr. Shim hacía aspavientos con sus manos, caray, que está chapado a la antigua, y bien que su hijo salga con otro hombre... y de alguna manera puede con la noticia de su único varón embarazado (lo que de cualquier forma todavía estaba digiriendo), pero... esperaba algún tipo de... formalidad en la relación, o sea... más compromiso de por medio.

- papá, eso se arregla fácil, ya lo hemos pensado, viviré con Kohei en su departamento... – el menor intentó calmar la angustia de su padre, entendía bien que siempre es más difícil para el hombre aceptar ese tipo de situaciones. Pero... él es el hombre más feliz del mundo... aunque solo espera no pasarla como sus hyungs, como su novio se atreva a tirarle los tejos a alguien que no sea él....

- Sr. No sabe lo feliz que yo sería si pudiera comprometerme por todas las leyes que la sociedad tiene para las relaciones de pareja, más cuando se sabe que se será padre, pero... lamento mucho no poder ofrecerle más a ustedes como sus padres, ni a Min como mi novio... – sinceró el bailarín. Cosa que conmovió a todos los presentes (el menor hasta sentía ganas de llorar, ya saben, por las hormonas)

- no te preocupes muchacho, por un momento me olvidé de los prejuicios de nuestra sociedad hacia las relaciones entre personas del mismo sexo, creo que me siento más que agradecido de que ames a mi hijo como lo has demostrado después de todos estos años... y, aunque es bastante extraño que vayan a poder procrear un hijo propio, no puedo más que felicitarlos, de corazón les doy mis bendiciones para que todo marche bien durante la gestación... – el hombre estrechó en un abrazo (muy masculino) a su yerno, y luego besó la frente de su hijo...

................

Familia Kim (padres de Jun Ho) y Familia Li (n/a realmente no le había adjudicado un apellido a Ji Yong, me disculpo por eso, así que este fue el que me agradó para el adorable chico raro, n_n!). Ambas reunidas a petición de sus hijos el primer fin de semana después de saber que se convertirán en padres.

- bueno... – el gemelo aclaró la garganta, todos sentados en la sala del departamento que han decidido ocupar ya como pareja independiente, no muy céntrico, tampoco en los suburbios.... – Ji Yong queremos decirles que... estamos embarazados... – sus respectivos padres abrieron los ojos con sorpresa... – no, o sea, él está embarazado, vamos a ser padres... – el chico raro tenía su sonrisa inocente en su boca, su mano entrelazada con la de su novio, ambos esperando la reacción de sus padres.

- cariño, tendremos que venirnos a vivir a Seúl... – sí, esa era la reacción que esperaba el gemelo de su madre, que ahora le daba tremendo abrazo de oso, mismo que midió cuando abrazó al chico raro... – Felicidades!!!! Ser “madre” no es cosa del otro mundo, es realmente cuestión de saber escuchar los buenos consejos...

- completamente de acuerdo, consuegra... – las señoras terminaron por sacar al gemelo del sofá, puesto que cada una había tomado lugar a lado de Ji Yong, que decidido iba a escuchar atentamente a su madre y su suegra... – verás, hijo... oh, Felicidades!!!! – lo abrazó gentilmente dándole un beso en cada mejilla... – ahora, como decíamos, lo básico en el primer trimestre....

- Felicidades, hijo... – el Sr. Kim abrazó a su hijo, dándole unas fuertes palmadas en la espalda.

- seré abuelo algo joven, pero... Felicidades muchacho, me alegra que puedan ser tan felices con un hijo propio... – las palmeadas del Sr. Li casi le sacaron los pulmones...

- gracias, Sr. Li... – sonriendo por cortesía, que sentía que el aire otro poco y no hubiera llegado a sus pulmones, el gemelo fue a la cocina por una botella de vino para ofrecerles a sus padres y suegros...

..................

Enterar a la familia Uchimura fue cosa telefónica, sus padres tenían negocios que atender y no iban a poder viajar a Corea hasta el mes entrante. Pero a pesar de eso, el bailarín y el menor pudieron sentir la alegría que los Sres. Uchimura les transmitieron a través de la línea. Vaya, que los grititos emocionados de la Sra. Uchimura casi dejaron sordo a su hijo en cuanto las palabras “Min está embarazado” salieron de su boca. Su padre, por supuesto, menos eufórico y más masculino, les felicitó con unas sencillas palabras, con la promesa de viajar cuanto antes para felicitarlos personalmente.

.................

A Jae, Yunho, Junsu y Yoochun, les resultó triste la partida del menor (que apenas estaban superando la partida el día anterior del JunYong), verle empacar mucha de su ropa de la casa les hizo sentir algo raros, es que después de casi diez años (contando desde que se conocieron), esa despedida (que tarde o temprano tenía que pasar) no pudo ser menos que dolorosa. No era, claro está, que el menor y el bailarín ya no les fueran a visitar, pero entendían a la perfección que hubieran decidido independizarse ahora que un bebé viene en camino.

Los cinco pequeños estaban mirándole con caritas tristes, sabían que ya no verían por ahí a su hermanito Min (que hasta los hijos del YooSu le dicen así), ni tampoco al gruñón tío Jun Ho ni al gracioso tío Ji Yong. Shadow observaba atento la escena, sentado a dos patas a lado del líder, que era al que más seguía, cuando los pequeños no jugaban con él, como en este momento.

- cuando ya estés más avanzado en el embarazo, no dudes en venirte a vivir para acá para que cuidemos todos de ti, es que para ti solo (Kohei) será un poco pesado... – opinó el moreno, tal como lo hiciera con el JunYong, tanto que se había encariñado con la casa llena de sus amigos (neh, que como appa que se siente del menor y el chico raro incluido, no quiere dejarlos ir)

- Yunho... appa... – el menor le sonrió... – no es como que ya no me vayan a volver a ver, es más, nos veremos a diario en la disquera, sigo siendo parte del grupo... -

- ya ves que a Yunnie siempre le gana el lado paterno... – umma le dio un abrazo fuerte, ya las maletas estaban en el coche del bailarín... – cuídense, cualquier cosa, no duden en llamar, de acuerdo?

- hermanito... – el pequeño Bae Jong le extendió los brazos para que lo cargara, cosa que hizo a pesar de que todos respingaron por que no debe cargar peso... – porqué te tienes que ir...

- porque quiero que vivir con mi novio un tiempo... -

- ya no quieres vivir con nosotros... – la voz tierna de EunBi le obligó a mirar hacia sus pequeños “hermanitos”. Bajó a Bae Jong y se hincó para hablarle a los cinco...

- no es que no quiera vivir con ustedes, es que necesito algo de tiempo a solas con tío Kohei, pero no tienen que estar tristes, porque yo seguiré viéndolos a menudo, igual que dijeron tío Jun Ho y tío Ji Yong... – les explicó con una sonrisa, dejándose abrazar por los cinco pequeños...

- lo prometes?... – cuestionaron al unísono los cinco (muchas veces hacían eso, como si se pusieran de acuerdo, hablaban al mismo tiempo, cosa que extrañaba sus padres, pero no le daban demasiada importancia)

- lo prometo... – y uno a uno de los pequeñines engancharon su dedito meñique con el del menor para “firmar” la promesa...

- bueno, nos vamos ya... – el menor le dio un beso en la mejilla a cada uno...

- nos veremos mañana en el ensayo, de acuerdo?... – el moreno lo estrechó en un abrazo, le dio un beso en la frente, como lo hace un auténtico padre.

- sí, sí, appa, ahí nos veremos... – aunque al menor le hacía gracia lo difícil que se les estaba haciendo esa despedida, no podía evitar sentirse un poco nostálgico por ello.

- come absolutamente todo lo que se te antoje y no te haya prohibido la Dra.... – Jae le besó una mejilla, ordenándole los cabellos en la frente...

- muy bien, umma... -

- sí, no importa que tengas que mandar a Kohei por lo que sea a donde sea y a la hora que sea... – el delfín también le besó una mejilla y le dio un abrazo. El bailarín sonrió por su comentario, pero no dijo nada, que era verdad, él todo por su novio.

- cuídense mucho, vale?... – atinó a decir el ratón. Le abrazó como a un hermano. Sin beso ni en la frente ni en una mejilla.

- si no me estoy yendo a otra ciudad o país, Chun... – se burló el menor.

- eso ya lo sé, tonto... – el delfín carraspeó... – lo siento... – es que, nada de palabras altisonantes frente a los niños... – solo digo que se cuiden al irse al departamento, ah, ya sabes a lo que me refiero...

- sí, sí... bueno, el que mucho se despide es porque no tiene ganas de irse... – el menor ahora sí subió al auto. Shadow apoyó su patas delanteras en la puerta, viéndole con ojos brillantes.... – a ti también te seguiré viendo, cuida bien de los peques, eh... – el perro le ladró como si asintiera a sus palabras y luego se alejó del vehículo.

- nos vemos mañana en el ensayo... – el bailarín se despidió con un gesto de mano, subió al auto y en cuestión de segundos ya se les habían perdido de vista...

- bueno, hora del baño.... – apenas el moreno dijo la palabra “baño” ya los cinco pequeños habían corrido riendo a carcajadas a esconderse en alguna parte de la enorme casa.

- momento de buscar a los escondidos... – los cuatro sonrieron, antes de entrar y pasar largos minutos en busca de sus críos. Normalmente el que más trabajo daba de encontrar era el pequeño Sun Ho, tenía un don innato para encontrar siempre el mejor escondite.

SIGUIENTE

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