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sábado, 10 de abril de 2010

CAPITULO 8. UN NUEVO COMIENZO (Omnia Vdo lo Amor "Todo lo vence el Amor")

El Primer Templo de la diosa Hera se ubicaba en una isla virgen entre el Mar Egeo y el Mar Mediterráneo, su hogar prohibido para los mortales, gran sitio de descanso banal de la diosa del matrimonio, hoy testigo de un duelo milenario por el destino de la raza divina y la humanidad.

El Templo se erige con su vistoza estructura como uno de los santuarios más imponentes de los dioses del Olimpo, Hera desea convertirlo en la nueva morada de los dioses griegos, tan solo de los más poderosos y que ofrezcan incondicionalmente sus dones a su favor.

Las grandes murallas cierran a casi media altura los espacios entre las gruesas columnas de piedra, acentuando la oscuridad en su interior, dándole una sensación de misterio que acompañada con el frío viento que circula en la Gran Sala impone temor y desesperanza.

Sobre un par de mesas de piedra, Ji Yong y Min descansan en una especie de estado de congelación temporal, rodeados por un aura azul pálido , al medio de ellos, Cronos acelerando el tempo de la gestación.

- cuánto tiempo más, Cronos, hace una semana que están ahí, cómo es que siendo el Dios del Tiempo no puedes ir más rápido?... - Eris se paseaba ansiosa alrededor de ellos.

- quieren a los bebés vivos, no? entonces no cuestiones mis métodos, Eris... - Cronos, hombre de unos 40 años, corpulento, cabello negro con algunos tonos blancos, ojos verdes tan profundos como el color de las esmeraldas, barba cerrada y potente vos.

- hermano mío... - Hera se levantó de su trono, jugando una corriente eléctrica en la palma de su mano... - tengo la impresión de que haces todo lo posible por alargar lo inevitables. Démeter y Atena no son rivales para mí ahora, Afrodita se consume porque el amor en la Tierra ha ido sustituyéndose rápidamente por la ambición y la discordia; y Eros, no es más que un muchacho con mucho que aprender y poco que ofrecer. Qué esperanzas puedes tener de que lleguen aquí? y aún si lo hicieran, de qué serviría eso si tendré a esos bebés y en ellos residirá el alma inmortal de mis hijos...

- tu ascensión al trono como diosa omnipotente no es de mi interés, sabes perfectamente que hago esto solo porque posees el Reloj de Arena, vivo por y para el tiempo, humanos y dioses somos solo paseantes por los senderos del Destino, lo que presencies ahora no pudo pasar de otra manera...

- no es el futuro acaso un tiempo aún no construido, cómo sabes, que lo que sucede va por el rumbo adecuado?... - cuestionó Apolo, cuyo poder menguó considerablemente desde la desaparición de Artemisa, diosa de la luna, y el sol sin su compañera fiel pierde poder. por ello ahora se encuentra prisionero junto con Morfeo, rodeado de aros de energía osucra mantenidos por Ares.... - cómo lo sabes cuando una diosa de alma corrupta pretende gobernar el Olimpo?

- Apolo, todavía piensas en esas absurdas ideas acerca del bien siempre vence sobre el mal... - Ares aplicó más de su energía sobre los dioses, obligándolos a doblegarse y caer de rodillas... - esta vez, como nunca, tenemos un arma que los propios mortales han puesto a nuestro alcance... - Min y Yong comenzaron a sentir las contracciones de parto, sus gritos inundando la Gran Sala... - y es momento de tomarlo... -

- ¡no los toques! - la diosa de la sabiduría apareció lanzando una esfera de energía contra Ares y Eris cuando estos ponían sus manos sobre los vientres de los chicos y una anergía emanaba de ellos, los dioses fueron lanzados hacia atrás con fuerza...

- vaya, por fin llegaron... - Hera no se inmutó ante la acción de Atena, sus hijos se levantaron como si nada hubiera ocurrido. Démeer liberó a Aploy Morfeo. Afrodita y Eros listos para atacar... - en serio creen que pueden detenernos?...- cuestionó con sorna, lanzando relámpagos furiosos que impactaban contra barreras de energía...

.....................

Joo-Eun apareció (literalmente) en la estancia de la casa de los muchachos. Jun Ho y Kohei habían llegado por petición de la propia chica. Los seis se quedaron pasmados (una vez más) ante una nueva sorpresa, sobre todo el joven Uchimura que ni idea había tenido nunca de la condición sobrenatural de su prima.

- no hay demasiado tiempo para explicaciones (n!a para variar u_u!) traigan a los niños aquí... - solo Kohei permaneció ahí los instantes que sus amigos tardaron el volver.

- eres como ellos?... - cuestionó el bailarín...

- no Kohei, soy solo un medio, un vehículo que Pandora necesitaba hasta llegar a este momento... - los muchachos volvieron con los niños... - el momento del final de una raza y la división de sus destinos...

- de qué hablas?... -

........................

Si bien Hera, Ares y Eris, con el apoyo del resto de los 12 Grandes, parecían estar ganando la batalla; Démeter, Atena, Afrodita y Eros habían conseguido apartar a Min y Yong, ahora custodiados por Apolo y Morfeo.

- caerás Démeter, y esos niños serán míos... - la batalla entre los dioses hacía retumbar el cielo cubierto de nubes oscuras y atravesado por el retumbe de relámpagos y centellas que hacían temblar la isla entera.

- no nos subestimes, hermana... - los muros y pilares comenzaban a resquebrajarse por la intensidad de las energías chocando entre sí.

- debemos sacarlos de aquí, no resistirán demasiado... - Apolo y Morfeo veían en los chicos que las contracciones eran más continuas y dolorosas, aunque hacían todo lo posible por controlarse, recordando cómo lo habían llegado a hacer Jae y Junsu años atrás. Habían sido conscientes de todo lo ocurrido a su alrededor durante esa espantosa semana, incluyendo el crecimiento acelerado de sus bebés por influencia del poder de Cronos, quien se mantenía al margen de todo aún.

- solo un poco más... - Afrodita no libró un ataque lateral y se estrelló contra una columna cayendo aturdida al suelo. Eros se acercó a ella.

- estás bien, puedes levantarte, mamá... - su aura rojiza los cubrió del ataque de Eris.

- estoy bien... - la diosa del amor se levantó, los ropajes rasgados, heridas superficiales por todo su cuerpo... - necesitamos el Reloj de Arena... - su hijo asintió, después se lanzó contra Eris..

- en batalla, eres endemoniadamente hermosa, Afrodita... -

- no me interesan más tus halagos, Ares... - y la lucha continuó...

...............

- en el inicio de los tiempos solo existía una raza de humanos, bondadosa, que vivía en perfecto equilibrio con la naturaleza y el universo, asi que se les entregaron dones que con cada nueva generación dividía más el alma de los humanos que los poseían, hasta que esta se dividió en dioses y simples mortales. El mito narra que Pandora fue una hermosa doncella dotada de todas las virtudes entregada a los mortales para verter sobre ellos las maldiciones de los dioses, y que de ella quedó un regalo para los humanos, la esperanza. Desde entonces la reencarnación de Pandora ha existido con un solo propósito y para cumplirlo necesito de su ayuda...

- qué podemos hacer nosotros, simples mortales contra dioses... - la inquietud que Yunho expresara, era la misma que pensaban los seis...

- estoy segura, que oder ds con el poder de las deidades humanas...

- ¡no! - cortaron tajantemente Yunho y Yoochun. Jae y Junsu se aferraron mas a sus hijos, que hasta el momento solo han escuchado y observado en silencio, como si sus mentes infantiles pudieran comprender con la actitud de un adulto... - son solo niños, no irán a una batalla...

- eso lo sé, no pretendo que sean ellos quienes la libren...

- nuestros padres y tíos volverán, cierto?... - el pequeño Bae Jong preguntó, y era como si los cinco estuvierna unidos por el pensamiento.

- cómo?... - murmuraron Jun Ho y Kohei. Pero los niños y Joo-Eun parecían estar entendiéndose a otro nivel.

- por supuesto, pero no vendrán todos, alguien deberá permanecer aquí...

- sí, pero... tú puedes hacerlo?... - cuestionó EunBi. Los adultos más confundidos, temerosos de la mirada que ven en los pequeños.

- sí, pero eso significa que ustedes están de acuerdo...

- lo estamos... - aseguró Neul Jade.

- vamos a hacerlo ya... - y el pequeño Yang Su-Chun parecía sentir lo que sucede a kilometros de distancia....

- la razón por la cual una deidad humana es considerada más poderosa que un dios del Olimpo no es solo por su capacidad de dominar los elementos de la naturaleza, sino principalmente porque tienen el poder de cortar los hilos dorados del destino de los dioses, aquellos que las Moiras ni siquiera pueden ver... - explicaba la chica a los muchachos, en tanto los niños formaban un círculo en el centro de la sala, la mesa de centro había sido movida por Sun Ho haciéndola levitar fuera, los chicos miraban sorprendidos... - puedo transferir los dones de los niños a ustedes, logrando canalizarlo a través de sus cuerpos y cumplir con el verdadero destino de una deidad humana: la extinsión de los dioses del olimpo.

- de acuerdo... - aceptaron sin necesidad de pensarlo, Kohei y Jun Ho.

- uno de ustedes se quedará, por favor, decídanlo pronto...

Yunho y Yoochun se miraron con la misma expresión, ninguno estaba dispuesto a poner en riesgo a su respectiva pareja y no tienen idea de lo que verán ni el resultado real de lo que harán una vez inicie esto. Pero tampoco pueden pedirle al otro renunciar a la posibilidad de mantener a salvo a su novio.

Jae y Junsu entendían perfecto lo que pasaba por la mente de su respectiva pareja, siempre velando por su seguridad, sabían que ninguno quería que su novio fuera a poner en riesgo su propia vida, eso es claro, no es como que vayan a volver sin un rasguño de una batalla contra dioses. Pero lo más importante ahora era la seguridad de sus hijos y el regreso de Min y Ji Yong.

- quédate tú, Junsu...

- qué!... - respingaron el delfín y el moreno. El ratón sabía que era más que egoísta de su parte apoyar la decisión de su amigo, pero... Junsu y sus hijos son su vida.

- no puedes tomar una decisión así, Jae... - replicó el castaño.

- puedo, soy el mayor de todos... - era una excusa absurda, pero el castaño oscuro estaba decidido.

- JaeBoo... - no así su novio... pero...

- yo iré en su lugar... - Kwan estaba de pie en el umbral de la entrada...

- tú qué haces aquí... - el gemelo fue sujetado por el bailarín puesto que había tenido la intención de lanzarse a los golpes con el chico de ojos claros...

- no eres el único preocupado por Ji Yong...

- se lo llevaron por tu culpa, tú cooperaste con ellos, no es así? obtuviste esas fotos por alguno de ellos, verdad... - el gemelo seguía tratando de librarse del agarre de Kohei, ver a ese sujeto le hacía hervir la sangre...

- y te ofrezco la oportunidad de mantener a salvo a Jae si yo voy en su lugar...

- nadie ha pedido tu ayuda... - soltó a la defensiva el castaño oscuro, no contento con la presencia de Seung en su hogar.

- bien, vendrás con nosotros...- pero el moreno solo veía la oportunidad de mantener a salvo a su novio.

- Jung Yunho... - replicó Jae.

- cómo puedes confiar en él, sabes que solo intenta arrebatarme a Ji Yong...

- no fui yo quien se metió con otro estando con él...

- tío Jun Ho tampoco hizo daño con intención, señor... - habló de pronto la pequela Jade.

- lo que sucedió fue culpa de un dios malvado que estaba dentro de Eros... - apoyó Yang. Los muchachos los escuchaban sorprendidos. Cómo saben ellos eso?

- pero, queremos que usted venga, para que pueda sentirse mejor consigo mismo... - terció Bae Jong.

- y su alma se tranquilice, porque es lo que desea, verdad, Señor... - la pequeña EunBi sonrió.

- iniciemos ya, tía Joo-Eun... - concluyó Sun Ho.

- pero... - Jae y Junsu intentaron replicar pero sabían que no había caso ahora...

Los cinco muchachos se colocaron uno detrás de cada pequeño, formando un círculo exterior. Al medio de los pequeños y los chicos, Joo-Eun tomó lugar en posición de flor de loto.

.................

Y en la Tierra los mares encolerizaron, moviendo sus aguas en monumentales olas que imponían temor. Los cielos se oscurecieron llenándose de nubes grises de cuya esponjosa forma eran librados truenos que resonaban en el horizonte. Se ocultaron el sol y la luna y su resplandeciente luz con ellos. Sobre los hombres se cirnieron los vicios que moran en el alma de los dioses corrompidos por la ambición.

La discordia bañó los corazones de gran número de humanos y se acercaba peligrosamente al de aquellos que se mantenían firmes de bondad; el placer por el dolor ajeno inundó los pensamientos, el deseo de ser el mejor colmó sus acciones, y así, lentamente, el mundo era cubierto de oscuridad.

"Tempora mutantur, nos et mutamur in ellis" Los tiempos cambian, nosotros cambiamos con ellos.

.................

Eros consiguió pasar sobre Eris y tomar el Reloj de Arena que descansaba sobre la base de un pilar. Ni Hera, ni ningún dios que la apoyaba, podía permitir que este volviera al poder de Cronos, por lo que el dios del amor fue blanco de numerosos ataques de los cuales el último le hizo caer inconsciente y malherido a pies de Cronos, quien complacido, tomó entre sus manos la fuente de su poder y a la vez, la llave que muestra en el telar de las Moiras (diosas del destino humano representados por una niña, una joven y una anciana) los hilos dorados que corresponden al destino de cada dios del olimpo.

Si bien Cronos no participa de la batalla entre sus iguales, sí obedece los mandatos del Tiempo, que tan antiguo como la vida misma, reposa en sus pensamientos y en ellos guía a su inseparable el Destino; ambos unidades en conjunto con la naturaleza forman parte del todo que constituye el universo conocido.

- la última decisión en manos de simples mortales...- Cronos se vio envuelto en un haz azul pálido... - "Vulnerant omnes, última necat" todas hieren, la última mata...

Una onda expansiva resonó en todo el templo desde su origen en el Reloj de Arena. Aparecieron las Moiras y su telar, alrededor de ellas, cinco fuentes de energía que tomaron pronto una figura específica.

Del rojo fuego surgió Yunho, del azul cielo Kohei, del terracota Jun Ho, del blanco marfil Yoochun y del nacarado Kwan.

Kohei y Jun Ho se apresuraron hacia sus parejas sin reparar en su propia seguridad. Hera enardeció con la presencia de los muchachos y lanzó sobre ellos todo su poder, apenas contenido por la energía que se levantaba delante de los cinco con cada ataque dirigido a ellos. Y era una sensación extraña, algo tan poderoso circulando por sus venas, recorriéndoles su ser, dirigiéndoles el alma.

Yunho, Yoochun y Kwan a su vez recibían el ataque del resto de los 12 Grandes, de entre los cuales, Poseidón mandó sobre ellos la fuerza implacable de los océanos alrededor de la Isla, las aguas serpentearon dentro, arrasando con todo a su paso.

Kohei logró contenerlas por orden directa de su propia capacidad actual de mandar sobre ellas, así protegía a Min, qugem�us brazos gemía por el dolor de las contracciones, sintiendo confusión en su corazón y mente, despreciando en alguna medida el calor que lo cobija, pues no sabe qué pensar de lo último que recuerda de su amado besándose con alguien que no era él.

Jun Ho levantó cuatro paredes de tierra y piedra rodeándolo en su interior con Ji Yong, que doblegado por el dolor de su corazón apesadumbrado por la confusión de la inquebrantable protección del dueño de todo su amor, dudaba ahora de su engaño, en tanto el dolor de las contracciones no cesaba.

Rodeado por una cortina de fuego, a Yunho las aguas jamás lo tocaron pues se evaporaban al instante al contacto con el elemento de poder y fiereza imparable.

Un torbellino de fuertes vientos mantubo a salvo a Yoochun permitiéndole levitar y moverse por sobre el suelo, buscando con su mirada a sus amigos y cerciorarse de su bienestar.

Los 12 Grandes y dioses de menor rango se mantenían seguros rodeados por su propia energía, pero la tempestuosa cometida del océano golpeaba con fuerza un solo objetivo: las Moiras. Diosas que por su unico papel custodiando el destino de los mortales, no tenían poder para defenderse de tal ataque. Pero Kwan estaba al frente de ellas, concentrando toda la energía que mana de su cuerpo para custodiarlas y mantenerlas a salvo, no solo por proteger a la humanidad, pues si el telar es destruido con él se va la vida de los mortales, sino también porque ello implicaría no tener la oportunidad de cortar los hilos dorados, únicos pasarían a un dominio libre aún con el telar destruido, porque aunque unidos a éste, no dependientes del mismo.

Y Hera, Démeter y cada dios del Olimpo, con bien o mal en su alma, sabía el significado verdadero del nacimiento de deidades humanas, cuyo poder es canalizado a través de los cinco jóvenes por una fuerza más allá de su conocimiento, pero tampoco pertenece a Pandora, aunque queda claro que de ella se hubo desprendido tal empresa. Y de la ventura de esos niños vinculadas estaban las palabras de Cronos y en la unión de ambas suertes el fin de la casta celestial.

Y Hera no estaba dispuesta, su corazón anhelaba gobernar todo lo conocido sobre el mundo, su alma estaba cubierta por la ambición de un poder viciado que jamás ha sido ni será de un solo ser por designio de aquellas tres unidades: el Tiempo, el Destino y la Naturaleza.

Pasó entonces que las aguas cesaron su violento ataque, regresando lentamente a los océanos, y cada dios se encontraba agotado, incluso Hera, que cegada por ver sus planes frustrados no dominaba con la misma agilidad todo ese poder bajo su mando.

Afrodita había conseguido que su hijo Eros despertara, aunque para ello le hubiera tenido que transferir parte de su propia vida, que seguía consumiéndose cual flama encarcelada en una prisión de cristal. Y Eros aún tenia una misión que cumplir antes que un último suspiro escape de sus labios.

Y cuando del Reloj de Arena quedaba un breve montículo de particulas de polvo sagrado, la diosa del matrimonio lanzó un último maleficio sobre el telar de las Moiras, buscando unir el destino de los mortales al de los dioses, aluciendo que esos jóvenes no serían capaces de acabar con su propia raza para destruirlos a ellos.

Pero sucedió que Démeter conociendo a su hermana leyó en sus ojos su oscura intención y lanzó un encanto que contravino su maldición y quebrantó su objetivo, atando el destino de todos los dioses del Olimpo al único fin para el que estaban presagiados, uniéndolos en un solo hilo entretejido que brillaba como un rayo de sol reflejado en un diamante al despuntar el alba.

Y Yoochun, Yunho, Kohei, Jun Ho y Kwan miraron con sorpresa la acción de la diosa de la fertilidad.

- deben cortar el hilo cuando el último grano caiga en el Reloj de Arena, sólo así el curso normal de la vida volverá a la Tierra... - Atena se mantenía en pie impulsada por la poca energía que aún corría por sus venas.

Y de entre todos los dioses, los de alma negra eran los que más erguidos se mostraban y cuyo poder retomó el ataque temerario contra las Moiras. Kwan se mantenía firme pero sentía menguar la energía que manaba de su cuerpo (tal vez por la juventud e inmadurez de la mente de los pequeños). El moreno y el pelinegro se unieron a su defensa, pero el poder que despedía el choque de ambas fuerzas hacía temblar las torres y las enormes columnas y pilares que conforman el imponente Templo de Hera, y parecían más que consecuendia de ese encuentro, el reflejo del temor de su regente, pues la diosa del matrimonio temía más que nunca el final de su existencia cuando estuvo a un paso de lograr el control sobre las Tres Unidades.

Y veía ante sus ojos derrumbarse su elaborado plan, pues no podría tomar a los bebés por nacer, y el rencor, la desilusión y el dolor en los corazones de Min y Ji Yong era aliviado por el último resquicio del don de Eros. Ni tampoco podría obtener los dones de aquellas cinco deidades humanas que siendo solo niños repelían su inmenso poder a través de sus padres y familiares políticos. Ni gobernaría un mundo de caos, cuando la esperanza brillaba reluciente en los ojos de esos muchachos que haciéndole frente con el temple que ningún dios mostrara, hoy se incertaban en un historia que jamás sería contada.

Jun Ho y Kohei se unieron a la defensa de sus amigos desde sus lugares cuidando de su respectiva pareja, a no más de cinco metros de distancia a la izquierda del telar y las Moiras.

- cuando el destino se haya cumplido... - habló la niña...

- y los dioses se extingan... - secundó la joven...

- los mortales serán dueños de su propio camino... - terció con sapienza la anciana...

Ráfagas cual hoja filosa de espada salieron despedidas de cada fuente de energía en los cinco jóvenes y cuando el último grano cayó en el Reloj de Arena, una última ráfaga multicolor cortó por completo el hilo dorado en que el destino de todos los dioses del olimpo se había entretejido.

Y cada dios sucumbió por fin a su final, sus almas ya no inmortales abandonaron sus cuerpos precipitándose hacia el centro del Reloj de Arena donde eran consumidas.

La Tierra se cimbró, los mares continuaban encolerizados, los volcanes parecían a punto de hacer erupción, los animales se inquietaron desde las altas montañas hasta lo fríos polos, plantas y árboles de todos los tamaños eran violentamente sacudidos por inclementes vientos; y todo en el mundo parecía fuera de control. Sus habitantes estaban confundidos y sus corazones afligidos y temerosos, salvo aquellos que aun regidos por la discordia sembrada veían en la desgracia la oportunidad de asumir al poder.

Pero la inocencia pura en los corazones de los cinco pequeños invocó con su poder a las Tres Unidades. Y ante los muchachos en medio de un templo que se derrumbaba, apareció una hermosa mujer alta, delgada, de piel bronceada, largo cabello azul que caía como cascada por su espalda y sobre sus hombros, enormes ojos grises, labios rojos y un aura cautivadora color esperanza. Y en sus pensamientos supieron que esa bella dama se llama Natura, y es la representación en figura humana de las Tres Unidades.

Y con verle a los ojos comprendieron el destino a que estaban sometidos los niños, mismo que sin dudar cambiaron por el propio. Y la despedida entre Kohei y Min, y Jun Ho y Ji Yong fue dolorosa, porque sus corazones no querían separarse, pero sus almas vibraban por otro objetivo. Y Yunho y Yoochun hubieran deseado abrazar y besar una vez más a Jae y Junsu respectivamente, y estrechar a sus hijos en un eterno abrazo.

Y sus lágrimas silenciosas resbalaron por sus mejillas, y el sonido de las energías al unirse se escucharon como un canto de lamento, tristeza y soledad, pero vibrando con ellos la nota del amor y la esperanza resonaban con un ímpetu indescriptible.

................

En Seúl, en la sala de aquella casa cubierta por nubes oscuras y azotada por fuertes vientos, Junsu y Jae recostaron sobre los sofás a sus hijos, que hace un instante cayeran en un profundo sueño cuando se supone todo había terminado y esperaban el regreso de los chicos. Pero tenían una inquietud clavada en el pecho, misma que se acrecentó y se convirtió en un temor avasallador cuando Min y Ji Yong aparecieron ahí de entre un ha de luz dorada, llorando con desespero y gritando por el dolor de las contracciones de un parto que se negaban en tener sin su respectivo novio presente.

Pandora vio a través de los ojos de Joo-Eun lo que la lucha entre los dioses del Olimpo dejara sobre los mortales, y abandonando el cuerpo de la chica, su esencia viajó entre dimensiones hasta convertirse en uno más de los pensamientos en la mente de Natura.

...............

La unión de las cinco energías de los muchachos devolvía al Planeta el correcto curso de sus océanos, la tranquilidad de sus volcanes, la serenidad de sus animales, la quietud de sus vientos; y bañaron con su propio amor los corazones de las personas alredededor del mundo, el arrepentimiento de Kwan desplazó la discordia y la ambición.

Pero sentían que su propia fuerza vital abandonaba sus cuerpos lléndose con los dones de los pequeños que devolvieron la paz a la Tierra.

..............

El Sol renació brillante en el horizonte, bañando con sus calidos rayos de sol las ciudades, y las personas continuaban con su día como si nada hubiese pasado, con lo sucedido olvidado excepto por la mente de los principales involucrados.

Jae y Joo-Eun casi obligaron a Min y Ji Yong a subir a la van para llevarlos a una clínica. Junsu permaneció en casa para cuidar de los niños que dormían plácidamente. Pero el corazón de los aultos se encontraba sobrecogido por la incertidumbre de la ausencia de Yunho, Yoochun, Jun Ho, Kohey y Kwan.

SIGUIENTE

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