Mientras Yunho tomaba el baño, Jae fue a la cocina a recoger el tiradero que dejaron por ahí, ordenó el botiquín y levantó las playeras de ambos, tiradas en el suelo por la pasión de minutos atrás. Se avergonzó al recordar lo que había hecho y lo mucho que lo había disfrutado... su primera vez y gracias a los dioses fue hacer el amor y no solo tener sexo, eso hacía que fuera verdaderamente especial... aunque que haya sido con un hombre, su mejor amigo, su amante y ahora su novio, no dejaba de parecerle propio de una de las tantas historias que las fans de DBSK se inventan. Sonrió de medio lado con esos pensamientos... era realmente poco común, pero igual, perfecto.
Ya era algo tarde y los muchachos aún no llegaban, el reloj en la pared marcaba las siete de la tarde y minutos...
- dónde se habrán metido todo el día... - pensaba, sintiendo una sensación de preocupación. Y si sus críos no estaban bien? y ellos felices de la vida ahí...
- no te preocupes, Boo, no deben tardar, ya sabes como es Junsu en los centros comerciales, le da por querer ver todo, y definitivamente si hay tiendas de videojuegos en el medio, el tiempo deja de existir para él... - el moreno se secaba el cabello, despeinándoselo de forma tal que la temperatura en el cuerpo del rubio comenzó a subir...
- definitivamente, Micky es una mala influencia para todos aquí... - pensó, sonríendo con picardía se acercó a su novio, tomando la toalla para terminar de quitar el exceso de agua en el cabello castaño oscuro de su pareja... - quiéres que les digamos lo nuestro, o prefieres que sea un secreto... -
- lo que tú quieras está bien para mí, soy feliz sabiendo que estás conmigo, lo demás no importa... - besó con ternura a su novio, olía muy bien, siempre le ha gustado el aroma que desprende después del baño... y vaya que tuvo también muchas fantasías por ello.
- francamente, creo que ellos deben saberlo, sé que lo tomarán a bien, después de todo se la pasaban con indirectas del JaeHo todo el tiempo que podían... - ordenó algunos cabellos que caían sobre la frente del moreno, acariciando suavemente.
- se los decimos entonces... Min va a estar conforme, ahora que sus padres han formalizado su relación... - le dio otro beso al rubio, que estaba de lo más encantando con esas muestras de afecto, cuando la puerta se abrió y las voces de sus críos comenzaron a llenar la sala. Se separaron apenas un poco.
- ya están aquí... - Junsu casi se asustó al verlos, venía tan enfrascado en su charla con Min que ni cuenta se dio de la presencia de sus hyungs...
- y, qué tal la pasaron... - cuestionó el pelinegro, una mirada pícara clavada en sus amigos. No era raro que alguno anduviera por ahí con el torso desnudo después de un baño, pero el sonrojo en las mejillas de ambos le decía que ahí había algo.
- muy bien, y ustedes?... - Yunho sabía bien leerle los pensamientos al ratón, cuando en ellos había algo de perversión, y es que ya imaginaba la de cosas que debe estar pensando respecto a ellos dos solos en un paseo y después en el departamento.
- qué te pasó en el rostro? - Min notó la bandita en la ceja izquierda y la apenas perceptible en el labio.
- oh... unos tipos se metieron con nosotros... - trató de obviar lo demás encogiéndose solo de hombros, Jae se sonrojó más y escondió un momento la mirada.
- te peleaste, Appa?... - el castaño se dirigió a él, examinando cuidadosamente todo su cuerpo, buscaba algún otro indicio de pelea... pero no fue lo que pensaron todos, al menos no Yoochun que veía con mala cara la acción de su delfín. Jae tampoco estaba muy conforme, ahora le iba a dar por celar a su novio de sus propios críos? pues no, de hecho, pero el primer impulso había sido ese.
- Su, deja de mirarlo así, quieres... - habló el ratón, frunciendo el ceño.
- como sigas así terminarás todo arrugado... - se burló el menor.
- así cómo, solo estaba viendo si no tenía moretes o algo así... - respondió Junsu con evidente inocencia, jamás en su vida se ha sentido atraído por otro chico que no sea su ratón.
- celoso?... - sin acuerdo previo, Jae, Yunho y Min preguntaron al unísono, haciendo que tanto Micky como Xiah se sonrojaran.
- no tengo por qué... - tartamudeó el pelinegro, perdiéndose rumbo a su habitación para guardar lo que había comprado.
- bueno, voy a preparar la cena... - anunció el rubio... -
- ok, yo me voy a terminar de arreglar... Jae, les damos la noticia en la cena? - se acercó a su novio, para que solo él escuchara, Min y Junsu estaban ocupados provando su nueva adquisición. El rubio asintió con una sonrisa radiante. Lo besaría ahí mismo, pero no podía hacer eso delante de los demás, no hasta que se los dijeran y tal vez después de eso no se sentirá cohibido respecto a besarlo cuando tenga la tentación.
..... Mientras tanto, nuestro querido ratón estaba analizando su comportamiento recostado en su cama, con su vista clavada en un punto sin sentido en el techo...
- si lo estaba, a pesar de que sé que estamos juntos... porque lo estamos, no?... digo, nos besarmos y estamos en este juego de seducción, aunque al final siempre me deja con la calentura y dice que no está listo... será que tiene miedo, yo también lo tengo, digo, es el primer hombre que pone realmente mi mundo de cabeza, y... hasta me he informado sobre cómo es estar en la intimidad con un chico y... pero desde hace unos días lo siento más distante, claro, se la pasa pegado a Min o a Jae, más con Min en realidad... y eso me pone de los nervios, es decir, no será que ahora comience a gustarle Minnie, verdad... es decir, todavía me besa y me dice que me ama... y yo lo amo a él, realmente lo amo como no pensé que pudiera... ¡argh! tanto pensar me está dando dolor de cabeza... - el sonido de la risa tan característica de su delfín le llegó desde la sala, podía escuchar cómo se divertía con Min, y eso no ayudaba a sus pensamientos actuales... - no puede ser que se le pasa el amor así como así, no?... condenado delfín, Te Amo tanto que... me duele que no parezcamos una pareja, que no se lo dígamos a nadie.. - ese era el primer momento en que sentía que el pecho le dolía por amor, y no era agradable, era una sensación que lo arrastraba rápidamente a la tristeza. Todo estaba tan bien apenas unos días atrás, con Su haciendo locuras para seducirlo, para robarle un beso tierno o apasionado, para ponerlo a desear poseerlo... porqué es que sentía que entre ellos las cosas no estaban del todo bien, qué era lo que faltaba para sentirse seguro, para no celarlo con tonterías, para no pensar en la posibilidad de que otro chico le guste a su delfín y lo llegue a desplazar de ese lugar tan especial en su corazón.
....
Los minutos pasaron rápido sin que él pudiera notarlo, pero la voz de Jae llamándolo a cenar le indicaba que había pasado demasiado pensando.
- en otras ocasiones aprovechaba para venir a buscarme y darme un beso tierno... - con algo de aspereza se levantó de su cama y salió al comedor, ahí estaba su delfín bromeando como solía hacerlo con él, ahora con Min, y Yunho y Jae tenían una expresión de total felicidad que los envidió, aunque... - estamos festejando algo? - cuestionó al tomar asiento, a lado de su delfín, que aprovechó para tomarle la mano por debajo de la mesa y presionarla con cariño, solo unos segundos y lo soltó.
- de hecho, algo así, es que, tenemos algo que decirles... - Jae le cedió la palabra a su novio, a él le deba demasiada verguenza decir aquellas palabras, simples, pocas, pero que enmarcaban perfecto su felicidad.
- Jae y yo somos novios... - soltó el moreno, tomando la mano de su novio por sobre la mesa, sonríendo hacia sus críos, cuyas expresiones eran todo un poema.
Al principio se les quedaron viendo con desconcierto, los ojos abiertos de par en par, en estado de shok. Después cambiaron a una sonrisa que decía claramente , lo siguiente un Junsu y un Min asfixiándolos en un abrazo de felicitación.
- Umma, felicidades, yo sabía que era amor... - canturreaba feliz el castaño, colgado del cuello de su hyung...
- Junsu, me asfixias... - el castaño aflojó su abrazo, para lanzarse al cuello de Yunho, mientras Min hacía lo mismo con Jae que apenas si estaba recuperando el aliento ya lo perdía otra vez con tremendo abrazo de oso de su peque...
- por fin! ahora sí que puedo decir que ya no soy huérfano, mis padres por fin reconocen su relación... - como auténtico niño, Min hacía pucheros y los ojos le brillaban como si estuviera al borde del llanto, igual que Xiah. Cuando ambos dejaron libres a sus hyungs y éstos pudieron respirar tranquilamente, Micky los felicitó estrechándolos en un abrazo amable.
- y, cómo pasó... - cuestionó curiso Minnie.
- todo pasó en la cocina... - los tres se le quedaron mirando raro al rubio... - qué les pasa?
- Tooodooo?... - la voz pícara de Yoochun les hizo ver lo malpensados que eran sus hijos.
- serás bruto, Micky, ahí nos declaramos nuestros sentimientos, no seas pervertido y dejes a tu imaginación volar tanto... - aclaró Yunho, sonrojado hasta la raíz de sus cabellos, igual que Jae al saberse víctimas de las ideas de esos tres chicos. Ok, ciertamente si que pasó todo entre ellos, pero no en la cocina.
El resto de la cena pasó bastante divertida, porque los tres no paraban de hacer alguno que otro comentario subido de tono, y no paraban de decirles lo bien que se veían juntos, y que las fans estarían como histéricas gritando que el JaeHo por fin se hacía realidad, y un largo etc. Pero estaban super felices de lo bien que lo tomaron, ahora no tendrían que esconderse ante ellos, se podrían dar besitos y hacer mimos sin problema alguno, nada demasiado apasionado que tampoco son excibisionistas.
Yoochun vió en la mirada de su delfín una mezcla de alegría por la relación de sus hyungs y algo más que no alcanzó a definir... ¿tendría envidia de ellos? Ahora que lo piensa, él no le ha pedido a Junsu que sea su pareja o novio, aunque, era lógico después de aquella declaración en el auto, no? Aunque, con lo romántico que sabe que es su delfín, capaz que esperaba que si se lo preguntara. Cómo había sido tan bruto para no pensar en ello antes. Tendría que preguntárselo y pronto, sirve que despeja dudas sobre si Su aún quiere estar solo con él y con nadie más que él (léase, diluir dudas respecto a un posible SuMin) de solo pensarlo le daba escalofríos, pero era impossible aquello, el delfín es suyo y de nadie más, se aman, cierto?
Iba a preguntárselo esa misma noche, pero Junsu estaba tan cansado que apenas si se duchó se metió a su cama a dormir, por lo que su oportunidad se le fue, además, lo más apropiado sería hacerlo a solas, en una cena o algo por el estilo, sabe cuánto le encantan los detalles a Su.
El amanecer despuntó en el horizonte, bañando la ciudad con sus calidos rayos de luz, invitando a todos a disfrutar de un día maravilloso.
El ensayo pasó con la normalidad esperada, y una que otra escena de amor con el JaeHo como auténticos tortolitos, cuando nadie cerca rondaba por ahí, claro está. Hoy, Min y Su se secreteaban de vez en cuando, y eso hacía enojar al ratón que no lograba tener la atención de su delfín casi de ninguna manera. Con las ganas que tiene de robarle un beso, que esa mañana apenas si le dio su buenos días con una sornisa hermosa y todo, pero ni un beso, ni un pico, nada de nada.
- tenemos la tarde libre, el manager dice que debemos aprovechar esta semana para relajarnos porque la entrante comenzamos grabaciones y una serie de conciertos... - anunció el líder, guardando sus cosas e imitado por sus compañeros.
- perfecto, Su, es hora de llevar a cabo mi otro plan... - escuchó Yoochun a Min, y lo sacó de sus casillas que ese pequeño barril sin fondo (normalmente no dice eso con afán de insultar, pero ahora sentía que la sangre le hervía de celos) hubiera llamado a su delfín como solo él lo hace.
- ¿Su? solo yo le digo así... - se encaminó hasta ese par y con muy poco tacto le pidió al castaño que salieran esa tarde a algún lado.
- ay Chunnie, lo siento, es que... - Xiah no hayaba dónde meterse, realmente ver los celos al borde de la locura de su ratón le gustaron al principio, pero ahora ya no estaba tan seguro porque en su mirada había tristeza, pero... - le prometí a Min ayudarlo con algo...
- puedes venir con nosotros, si quieres... - ofreció el menor, seguro de que su objetivo estaba logrado y el ratón tarde que temprano haría la pregunta y todos serían felices, y si todo sale bien, esa tarde sería la suya.
- no, gracias, mejor dormiré en casa... - decepcionado, el pelinegro tomó sus cosas y salió dejando un tenso ambiente tras de sí.
- y todo por mis exageraciones... - susurró con la cabeza gacha el castaño, arrepintiéndose de su obstinación por conseguir que su Chunnie se le declarase.
- no te preocupes Junsu, tan pronto como lo hablen hasta risa les va a dar... - pero su amigo no cambió su expresión... - mira, tal vez lo mejor sea que vayas, lo alcances y le aclares que no tiene nada de qué preocuparse, igual yo encontraré otra forma de hacer mi cometido.
- prometí ayudarte... - señaló el delfín, sacuendiendo el cabeza en negativa... - después de eso hablaré con él y yo mismo me le declararé con tal de poder estar con él como lo están Jae y Yunho.
....
- ¡estás loco! no me pondré eso, de ninguna manera... - gritó escandalizado el castaño, regresándole la bolsa a Min, los dos se encontraban en las regaderas de un importante club de natación, nadie más estaba ahí ahora.
- por qué no, qué tiene de malo... - realmente el menor no entendía porqué armaba tanto escándalo por un traje de baño... -
- es... es... diminuto... - se abrazó a sí mismo, como si estuviera desnudo cuando todavía llevaba toda su ropa puesta.
- es un traje de baño... - el menor rodó los ojos, no podía ser que resultara que su hyung fuera tan vergonzoso... -
- uno muy diminuto, mejor me dejo el boxer... -
- el llamado chico de mejor cuerpo de dbsk tiene verguenza de ponerse un simple traje de baño... - comenzó a molestarlo, Xiah se sonrojó y asintió... - no me lo puedo creer, y cómo le piensas hacer a la hora de toodoo con Yoochun...
- no seas desvergonzado, cómo me preguntas esas cosas, además, es completamente diferente, cuando esté con mi ratón será a solas, no con un montón de gente alrededor.
- de verdad que eres una caja de pandora, lleno de sorpresas Junsu. Bueno, vale, quédate en boxer, pero desvístete de una buena vez... -
- cuando hagas el favor de voltearte, con todo gusto...
- como si nunca te hubiera visto cuando te cambias...
- no, pero ahora toda la verguenza de la que soy capaz la traigo encima, así que, gírate... - ordenó el castaño, el menor suspiró rendido, se giró.
- de todas formas te voy a ver, yo y otro montón de chicos en las albercas... -
- y más te vale que no nos reconozcan...
- pues Kohei lo hará, es la idea... -
- vale, hablo de que no vayamos a llamar demasiado la atención...
- descuida, yo solo quiero acercarme a Kohei...
- realmente me sorprendiste cuando me contaste de él, digo, te volvió loquito verlo todas las ocasiones que ensayaba con nosotros y la de veces que en las presentaciones bailaba cerca de ti... - ahora era Junsu quien se burlaba de Min.
- así comenzó, pero en las ocaciones que establecimos alguna conversación me di cuenta de que era más que admiración o atracción física, a pesar de ser un chico... mira tú, las fans nunca han estado tan erradas, a los cinco nos gustan los hombres...
- cierto... bueno, vamos ya... - lo empujó por la espalda, dándole a entender que ya estaba listo.
Y cuál era el magnífico plan de Min, se preguntarán ustedes. Bueno, según la teoría de nuestro bebé las personas suelen descubrir sus verdaderos sentimientos por otra cuando se les enfrenta a la posibilidad de perderlos a través de los celos u otras circunstancias del destino, pero él se divierte especialmente con lo primero. Así que le sugirió a Junsu que mientras mosqueaban al ratón podrían hacerlo tambien con Kohei (parte del grupo de bailarines que participan con ellos en los conciertos y algunos videoclips, de origen japonés aunque la mayor parte de su vida la ha transcurrido en Corea), dado que ellos tienen ya su propia historia, hasta ahora solo conocida por nuestro delfín, y ahora desea comprobar qué tanto le importa o si fue solo un error el beso aquel que se dieron.
- solo tengo que abrazare, cierto, nada de acercamientos íntimos, ni besos ni nada, verdad... - repasaba el castaño, bastante más asustado ahora con el plan de su amigo. Había demasiada gente ahí, aunque no parecían prestarles atención, cada quién a lo suyo. Algunos nadando, otras practicando clavados, entre ellos, el famoso Kohei.
- sí, solo eso, nos acercamos, lo saludamos y me abrazas sonriendo como sabes hacerlo, si tiene una mínima reacción ya me encargo yo del resto y tú te puedes ir a nadar o lo que sea, sino, nos vamos los dos... - el menor sentía su corazón latiéndole violentamente en el pecho, ver a Kohei en la plataforma, con su perfecto cuerpo atlético y un traje de baño rojo, tan diminuto como el que Xiah despreció, dejaba poco a su imaginación y mucho a su deseo carnal de estar en la intimidad con esa persona.
El japonés se lanzó desde la plataforma de tres metros en un sencillo clavado en "v" (n/a efectos colaterales de haber visto los juegos olímpicos de Beijing n_n!), despúés salió de la alberca y se encontró (casualmente =P) a los chicos...
- hola! Changmin, Junsu... -les estrechó la mano en un saludo... - que sorpresa verlos por aquí... - tenía una voz realmente varonil, unos ojos rasgados de un café claro, cejas tupidas pero bien ordenadas en una curva, nada femenino; era alto (tanto como Min), cuerpo atlético, una sonrisa coqueta y labios gruesos (n/a tengo una peculiar fascinación por los labios gruesos y no lo pude evitar) cabello corto de color negro, lacio y fino como cascada, lo tenía aplastado, pegados algunos mechones a su frente con gotas de agua aún resbalando de su cabello y por todo su cuerpo.
- quisimos liberar el estrés con algo diferente... - decidió hablar el delfín, puesto que por la cara de idiota que tenía Min sabía que este no se iba a dignar a hacerlo, seguro estaba que se lo comía en sus fantasías, lo abrazó posesivamente por la cintura, sonríendo delicadamente a Kohei, gracias a ese abrazo el menor salió de su estupor, justo a tiempo para ver lo que tanto deseaba. Kohei los miró con incredulidad, no apartó su vista del agarre por unos segundos, frunció el ceño y desvió la mirada hacia otro lado.
- les recomiendo nadar en aquella alberca, el agua está tibia y es muy relajante, les hará bien... - sugirió, volviendo su vista hacia los chicos, sonrió inconscientemente al notar que el castaño había liberado a Min.
- grac... -
- ¡Su! - la voz gruesa de cierto ratón interrumpió la palabra del delfín, que abrió los ojos de par en par al escucharlo a su espalda, de pronto le entró miedo, qué tal que haya visto que abrazaba a Min de aquella manera y lo malinterpretaba... - puedo hablarte un momento, a solas... -
Kohei miraba confundido la escena, claramente el pelinegro estaba celoso de su compañero; y Min incluso se había puesto pálido, no tanto como el propio Junsu, y aquello parecía una especie de triángulo amoroso que no le gustaba, porque eso significaba que Changmin no tuviese libre el corazón, ahí donde él quería entrar.
- claro... - el delfín siguió al ratón en silencio, gracias a dios nadie se había dado cuenta aun de su presencia. Podía notar la molestia en el pelinegro con ese caminar pesado y su cuerpo visiblemente tenso. Ahora que lo piensa, qué hace Micky ahí? Llegó de vuelta a las regaderas, había un par de jóvenes ahí, pero pronto se encontraban solos... - sucede algo?
- eso quiero yo saber, sucede algo entre Min y tú?... - ahí estaba, no tenía tiempo ni ánimos para andarse con rodeos, ni para ser tierno, estaba enojado, de verdad se sentía traiconado, había visto la forma en que su delfín había abrazado a Min y eso solo incrementó sus dudas respecto a los sentimientos de Junsu por él.
- aparte de ser buenos amigos y hermanos, no, no sucede nada... - el castaño se sentía culpable, después de todo había sido idea suya y de Min llevarlo a ese límite, pero por nada del mundo iba a dejar que se quedara con idea tan errónea.
- y entonces lo que... -
- lo que seguramente viste no tiene nada que ver con lo que estás pensando, solo estaba ayudando a Min a acercarse a la persona que le gusta... - lo cortó, no necesitaba escuchar lo que pensaba.
- abrazándolo como si fuera algo más que tu amigo... - los celos son un arma de doble filo, muy peligrosa y no tan fácil de manejar.
- lo siento Chunnie, te juro que no fue así, solo quería darle celos a Kohei y...
- eso es jugar con las personas, Susu ah... - suavizó el pelinegro, sabía que su delfín no le mentiría con algo así.
- lo sé y lo siento, es solo que no pensé que fuera a acarrear tantos problemas, pero te juro que entre Min y yo no hay nada, es mi hermanito de juegos y nada más... -
- eres un tonto, lo sabías... - el pelinegro se acercó y lo abrazó estrechándolo en un fuerte abrazo, Junsu escondió su rostro avergonzado en el pecho de Chun... - me tuviste sufriendo como novio cuerneado estos días, podrían haberme contado su plan y ahorrarme los celos y las maldiciones que pensé.
- perdona, Chunnie ah... Te Amo, lo sabes, verdad... - el castaño abrazó con más fuerza el cuerpo del pelinegro, como temiendo que sus niñerías lo fueran a alejar de su vida.
- yo también Te Amo, Su... - despegó a su delfín un poco, para verlo a la cara y lo sorprendió ver esos hermosos ojos oscuros empañados de lágrimas, estaba a punto de llorar por lo culpable y tonto que se sentía... - solo, no vuelvas a ponerme de celos, me sentía morir de solo pensar que me olvidabas... - le acarició las mejillas, ahora sonrojadas por las palabras del ratón... -
- nunca, Chunnie, Te Amo con toda mi alma, jamás te olvidaré... - se estiró apenas un poco para alcanzar los labios de Yoochun y depositar un casto beso.
- Su... quieres ser mi novio?... - (n/a ¡por fin! condenado ratón, que le costaba haber preguntado eso desde hace unos capítulos... vamos a perdonarlo nada más porque es irresistiblemente guapo, sexy y en una palabra, perfecto... babeando el teclado)
- eres algo lento, mi querido ratón pervertido... - la sonrisa casi no le cabía al castaño en la cara, estaba que danzaba samba en su interior. Finalmente su macabro plan confabulado en compañía de Min y como principal intelectual del mismo, daba resultado.... - claro que sí, enroscó sus manos alrededor del cuello de Micky pegando su cuerpo a él.
- Su, vas a hacer que se me alboroten otra vez las hormonas... - susurró con voz ronca, bajo sus manos, la desnuda piel de la cintura de su novio... - estás semidesnudo, estamos solos en un lugar público, y estoy demasiado emocionado de que seas formalmente mi novio como para controlarme.
- entonces vayamos a un lugar más privado, porque quiero que hagas total caso de tus alocadas hormonas... - esa forma tan sensual de hablarle al oído lo puso a mil.
- vístete entonces... - ordenó con voz alterada, separándolo para que cumpliera con lo dicho.
......
Apenas si tuvieron tiempo de despedirse de Min, que estaba de lo más entretenido charlando con Kohei. Condujo rápidamente hacia un hotel, reservado, donde no les reconocieran, alquilaron una habitación con suma discreción, entraron y apenas la puerta cerró a espaldas del ratón ya estaba devorando la boca de su delfín en un apasionado beso hambriento. Junsu correspondía con la misma intensidad, colando sus manos bajo la camisa de Yoochun, haciéndole gemir cuando sus dedos pellizcaron suavemente uno de sus pezones.
- eres muy travieso, delfín... - sonrió pícaramente, mientras se deleitaba con la forma en que Junsu le desabrochaba uno a uno los botones de su camisa, aprovechando en cada uno para acariciar la piel que iba descubriendo, hasta que la separó por completo deslizándolo suavemente por sus hombros, mordiéndose el labio y mirándolo con total deseo.
- no sabes lo que me costó aguantar estas semanas para no hacerte mío... - la camisa cayó al suelo, Chun hizo el amago de retirar la camisa de Su, pero ésto lo frenó con una sonrisa, alejándose unos pasos de él mientras movía su cuerpo con sensualidad y él mismo desabrochaba uno a uno los botones de su camisa.
Cuando esa tarea hubo culminado, lo invitó con un gesto de mano a acercarse otra vez para que fuera el pelinegro quien retirara finalmente la camisa de su cuerpo. Cosa que hizo sin chistar, mientras aprovechaba para besar profundamente al castaño, Ya sin la estorbosa camisa de por medio, Yoochun descendió sus besos hacia el cuello de Junsu, disfrutando de los gemidos que liberaba su novio sin ninguna reserva. Sus manos se dirigieron a ese lugar tan excitante de Su, le acarició el trasero por sobre el pantalón, apretándolo de vez en cuando en tanto sus besos bajaban ahora a su pecho, lamiendo, succionando los pezones.
La excitación estaba a tope, podían sentir sus erecciones crecer rápidamente en la prisión dolorosa de sus pantalones y la ropa interior. Yoochun recostó a Junsu, sin dejar de besar toda piel a su alcance, comenzó a desabrocharle los pantalones que rapidamente terminaron en el suelo, acaricio la prominente erección de su novio por sobre el boxer, el castaño gimió roncamente alzando inconscientemente sus caderas por tan exquista sensación. Micky sonrió ante ese gesto, le encantaba saber que era el causante de tal estado en su novio.
- aahhh, Chunnie, me vuelves loco... - declaró Xiah, con el rostro sonrojado y la respiración completamente descontrolada.
- y tú a mi, amor... - deslizó el boxer, liberando por completo el miembro de su pareja, deseoso de probarlo en su totalidad, le sacó la ropa interior arrojándola lejos, tomó la erección entre sus manos y comenzó a masajear de arriba a abajo, los gemidos de Su inundando la habitación. Su propio miembro palpitando aun aprisionado.
Lo metió en su boca poco a poco, dejando que su lengua lo acaricie, saboreando su peculiar ácidez. Dirigió sus manos a su propio pantalón para desabrocharlo en tanto seguía atendiendo con su boca el miembro de su novio, pero no soportaba más el dolor de la propia, se separó unos segundos de tan delicioso fruto para deshacerse de su molesta ropa. Junsu lo miró con una media sonrisa lasciva, y terminó por ayudarle.
- así mejor?... - ahora eran las manos del delfín las que masturbaban al pelinegro, arrancándole más que sonoros gemidos de placer.
- oh, Su... mmmhhh... lo haces... de maravilla... -
Complacido, el castaño comenzó a repartir besos y lamidas por toda la extensión, succionando de vez en cuando la punta, deslizando sus dedos a lo largo, haciéndolo estremecer completito. Micky estaba de rodillas sobre la cama, con Xiah haciéndole el mejor sexo oral de su vida, y sentía que en cualquier momento iba a explotar, Su sabía muy bien dónde, cómo, con qué intensidad y velocidad tocar. Sintió la tensión adueñarse de cada parte de su cuerpo y una oleada de calor centrarse en su bajo vientre, después de eso, la gloria. Se descargó en la boca de su novio, quien tragó toda su semilla y luego lo besó apasionadamente.
Yoochun lo volvió a recostar para continuar con la tarea que había dejado inconclusa hace unos minutos... -
- hazme tuyo, Chunnie ah, por favor... - lo interrumpió el castaño, separándolo de su entrepierna, acercándolo para besarlo una vez más con desbordada pasión, tomó la erección de su novio entre sus manos y comenzó a bombearla para excitarlo nuevamente. Lo cual sorprendió a ambos cuando éste respondió favorablemente para beneplacito del delfín, que moría por sentirse uno con su ratón.
- mmhhh, Su, me pones a mil... - atinó a balbucear. Acercó tres dedos a la boca de su novio, pidiéndole con una mirada que los lamiera, acto que hizo con gusto el castaño, metiéndoselos en la boca, succionando con sensualidad por largos segundos, hasta que sintió que era suficiente y los liberó, dando una última lamida demasiada pervertida a los ojos de Yoochun que no había parado de gemir con la acción del delfín.
Xiah abrió sus piernas, un expectáculo demasiado erótico para le ratón. Comenzó a introducir un primer dedo, naturalmente la cavidad era estrecha y le arrancó algunos gemidos de dolor a su pareja, que hacía todo lo posible por no gritar, mordiendo las sábanas, dejando escapar lagunas lágrimas, Micky fue tan cuidadoso como podía, siguió dilatando la entrada de su novio mientra subia a su rostro para besar las lágrimas que había ocasionado, su boca para distraerlo un poco del dolor, susurrarle palabras de amor, mordisquearle el lóbulo y el cuello para hacerlo sonreír. Agregó un segundo dedo, pero pudo ver que la molestia casi pasó desapercibida para el delfín, instantes después añadió el tercero, pero estaban tan metidos en un beso que para cuando estuvo listo, el delfín ya solo suspiraba de placer.
Dirigió su erección a la entrada de su novio, introduciéndose despacio, aunque eso pasó a segundo plano cuando el propio Junsu enredó sus piernas sobre la cintura del ratón y empujó de éste para que entrara de una sola embestida que los hizo gritar a los dos.
- estás bien?... - cuestionó preocupado, se sentía muy bien rodeado por esa estrechés, pero sabía que debió doler.
- sí... ya no soportaba más, quería sentirte completamente dentro... - la forma en que bajaba y subía su pecho, tratando de controlarse. Realmente se sentía en el cielo, sentía palpitar la erección de su novio en su interior y era más que suficiente para que el placer desplazara cualquier vestigio de dolor ante la intromisión y la primera vez... - muévet ya, Chunnie, ya no duele... -
- Te Amo tanto... - comenzó a embestir, apoderándose de la boca de su amado, iniciando un vaivén tranquilo que poco a poco se sincronizaba con los movimientos de sus caderas. Junsu se aferraba a su espalda, abrazándolo, gimiendo, lamiendo sus hombros, el cuello, besándolo con pasión. El ritmo acelerando rápidamente, su erección friccionándose de forma deliciosa entre sus cuerpos. Sintiendo un enorme placer al ser embestido con más fuerza, con más velocidad, escuchando a Chun gemir su nombre, tomarle por el trasero para impulsarse más dentro, más delicioso, más enloquecedor.
Unas estocadas más y Yoochun se corrió en el interior de su novio, Junsu al sentir el calor de la semilla del pelinegro se vino también, manchando el torso de su pareja y el suyo propio. Ambos liberando un ronco gemido, sus cuerpos temblando por el orgasmo. Xiah se dejó caer en la cama, recostándose y llevándose en el abrazo a Micky, que calló sobre su pecho, cansado, respirando aún trabajosamente. Se levantó un poco, apoyándose en sus brazos, para salir de su novio...
- quédate un rato más así, me gusta sentirte... - le pidió el castaño, sonriéndole dulcemente.
- de acuerdo... - aceptó, pero como no quería aplastar a su novio, cambió la posición, lo abrazó para levantarlo y tomar su lugar, ahora él estaba acostado y Junsu sobre su pecho.
- te gustó, Chunnie... te gustó hacerlo aún cuando soy un hombre... - el castaño odiaba cuando en ocasiones tan importantes como esa, su inseguridad le asaltaba, y se maldijo tarde puesto que ya las palabras habían salido de su boca.
- jamás en mi vida me había sentido tan pleno al estar con alguien en la intimidad. Sabes por qué... - hizo que Junsu levantara su rostro, aunque extrañó el calor que dejaba sobre su pecho, quería que lo mirara a los ojos para que no volviera a sentir esa inseguridad... - porque estuve contigo, porque Te Amo, no me importa que seas hombre, lo que siento por ti no es algo que haga distinciones de género ni nada por el estilo. Te Amo Susu ah, eso nunca lo olvides.
- gracias Chunnie... - le plantó un sonoro beso que los dejó sin aliento.
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